El arte es una actividad mediante la cual manifestamos nuestra visión personal de la realidad o de nuestra imaginación a través de los recursos sonoros, plásticos o lingüísticos; además es imprescindible en el desarrollo de los niños.
Se ha comprobado científicamente que el estudio de las artes en los niños desde su infancia y luego la continuidad de los mismos durante su desarrollo, cultiva al ser humano de una sensibilidad que ayuda a que desarrolle una ética muy sólida en cada individuo.
Si estas actividades artísticas se estimularan en los centros de infantil, primaria y universidades, formaríamos a personas con una sensibilidad que les permita conocerse a así mismos, fuera de dogmas y con un amplio criterio.
A continuación destacaremos algunas de las características y los valores que desarrollarían estas actividades en los niños:
La música, por ejemplo, nos permite la concentración. A través de ella podemos navegar hacia nuestro interior, además de agudizar nuestro oído y acentuando nuestro sentido del ritmo.
La literatura desarrolla nuestro pensamiento, aumentando nuestro vocabulario de forma amplia, ya que con la lectura favorecemos ésto y conseguimos expresar nuestras ideas más claramente.
El dibujo, la pintura o la construcción, es un todo un entramado de procesos donde el niño reúne información propia de su experiencia, selecciona e interpreta para crear un nuevo significado, mostrándonos a través de su pintura o su escultura cómo piensa, y cómo se siente.
El teatro, como método de aprendizaje, ayuda a desarrollar la actividad tanto individual, como grupal; además de que ayuda a la creación de vínculos, a la confianza personal y a la integración ente ellos mismos.
La danza promueve el trabajo en equipo y ayuda en la adquisición de valores como la solidaridad, el respeto por la diversidad, la tolerancia, la cooperación y la valoración de la propia identidad.
Con todo ésto no decimos que cualquiera alumno sería un artista, pero el no saber tocar un instrumento no tiene porque influir en la apreciación de la música, al igual que el no saber dibujar, no tiene porque relacionarse con saber sobre una obra de arte, ya que no es necesario pintar un lienzo para poder disfrutar de la pintura.
En definitiva el arte enseña a los niños a ser más tolerantes y abiertos, además de que permite que los niños se expresen voluntariamente y de forma creativa y fomenta el trabajo individual y colectivo aumentando como ya hemos visto su valoración individual y la confianza en sí mismos además de dotarles de unos valores y finalmente mejorando el rendimiento académico en general.
Pero para fomentar estos valores desde muy pequeños en casa podemos colaborar iniciando estas nuevas metodologías, por ejemplo leyendo cada noche, o disfrutando una tarde de expresarse de forma plástica, escuchando y cantando juntos cualquier canción, fomentando diferentes tipos de baile al ritmo de la música, o incluso valorar imágenes de un libro. Todo esto estimula la imaginación del niño y amplía su conocimiento de las diferentes artes que existen.
Si su hijo observa que usted valora el arte, el también lo hará.
http://www.eluniversal.com.co/suplementos/viernes/la-importancia-del-arte-en-la-educacion-87023
Adjuntamos un documental en el que se entrevista a un centro educativo en Madrid que pone en práctica esta metodología.
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